Litio, Cobalto, antimonio... son nombres con los que nos hemos familiarizado en los últimos meses. Su escasez y altísima demanda provoca que en Europa se importen cerca del 90% de estos materiales. La pregunta es ¿puede cortar por lo sano con su dependencia de microchips?

Las denominadas tierras raras escasean en nuestro continente haciéndonos dependientes de China o África. Eso sí, con una excepción. España es en este caso la oveja negra europea que presume de tener importantes reservas de muchas de estas materias primas.

Escucha el análisis completo a continuación:


El carbonato de litio ( cuyo precio por tonelada se ha incrementado más de un 500% en el último año) es uno de estos materiales tan valiosos hoy en día en la industria de semiconductores por su escasez. Y aquí, en Cáceres, se estima que hay un millón y medio de toneladas de carbonato de litio esperando a ser explotadas.

¿Puede Europa cortar por lo sano con su dependencia de microchips?

La respuesta es sí y la solución está más cerca de lo que nos pensamos. Nos la detallan Juan José Montiel, profesor de EAE Business School, y Danny Moreno, presidente de la AES.


No solo eso. El profesor de EAE Business School, Juan José Montiel, asegura que España tiene importantes reservas de las denominadas materias primas críticas.

"Tenemos cobalto en el Pirineo, Asturias, Ciudad Real y Badajoz... y tenemos también minar de uranio. Es decir, España es rica en este tipo de material estratégico".

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¿Cuál es el problema entonces? La minería es una práctica que a lo largo de los años ha perdido popularidad. Entre las razones encontramos el impacto que tiene sobre el medio ambiente.


Por no hablar de la falta de acuerdo político para poder aplicar una legislación que aborde las materias primas de las que dispone España.

Precisamente, los países que actualmente ostentan el monopolio del mercado de semiconductores presumen de unas políticas bastante laxas en lo que se refiere a su explotación... lo que hace muy difícil competir.


Pero siempre los hay que buscan soluciones... es por eso que hace apenas dos meses se ha creado en España la Asociación Industrial de Semiconductores por cuatro compañías del sector con un claro objetivo.

"Pretende ser el impulsor de la innovación de esta tecnología en España. Tenemos industria por lo que hay mucho que hacer", destaca.

Aunque la meta se queda muy lejos de competir con los grandes países productores como Corea del Sur o Taiwán... ,al menos, sí que se pretende que en un futuro seamos capaz de autoabastecernos.

Cara y cruz de una misma moneda

Estas empresas gozan de ser la excepción que confirma la regla, puesto que no se han resentido por la escasez de materiales para la fabricación de semiconductores y forman parte de esta enorme cadena de producción.

Echando un vistazo rápido, ASML, la compañía neerlandesa que abastece con máquinas a los fabricantes de semiconductores, se presenta como una de las más valiosas en Europa con una capitalización de mercado de más de 250.000 millones de euros y una revalorización bursátil en el último año de un 50%.

Una paradoja para Romero que asegura que "los países que ostentan el monopolio de los semiconductores hacen uso de maquinaria europea".

Por su parte, Taiwan Semiconductor, la empresa de microprocesadores más grande del mundo, presume de haber batido un nuevo récord en plena crisis de microchips con una elevación de sus ventas del 18% en el último trimestre de 2021.


Otra a la que no le va nada mal en medio de la tragedia es a NVIDIA. Lo codiciadas que están en el mercados sus tarjetas gráficas ha hecho que se revalorice más de un 100% en el último ejercicio.


Sea como sea, aunque nos pusiéramos a trabajar desde hoy mismo, no llegaríamos a tiempo. Nos llevaría 5 u 8 años empezar a ver resultados... por lo que, desgraciadamente, España no será la salvación a la escasez de semiconductores en el viejo continente a corto plazo.