¿Podemos asistir a un momento de estrés en el precio del petróleo en 2019? Quizás. De hecho es uno de los temores de las Agencia Internacional de la Energía. En su informe de este mes advierte de que el reciente acuerdo de la OPEP para recortar la producción de crudo, puede tensionar los precios del oro negro el año que viene. Y es que de cara a 2019 la Agencia no descarta que se produzcan momentos en los que la demanda de petróleo supere la oferta de crudo de los países productores.

Los números de la Agencia Internacional de la Energía apuntan a que la demanda de crudo seguirá creciendo en 2019 a un ritmo de 1,4 millones de barriles diarios, y en medio de esta subida de la demanda, el mercado deberá encajar la caída de la oferta en 1,2 millones que pactó la OPEP con Rusia a principios de diciembre.

Eso sí, recordemos que el recorte de la OPEP no cogió a nadie por sorpresa. El petróleo llevaba acumulando una caída brusca de su precio del 40% desde los máximos que había marcado en el mes de octubre, cuando llegó a tocar los 85 dólares por barril.

Unos niveles que no tenían ningún sentido para Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis y experto en el sector energético. Nos decía en Capital Radio que el culpable de esa subida de precios a principios de octubre era, de nuevo, una manipulación de la oferta.



Muchos creemos que el precio del petróleo tiene un gran impacto en nuestro día a día: sin ir más lejos, lo notamos cada vez que vamos a la gasolinera a repostar. Pero Lacalle insiste en que el crudo ya no es lo que era y que está muriendo en el mix energético en favor de otros tipos de energías.



En un entorno mundial atemorizado por la desaceleración que parece que se nos viene encima, son muchos los que miran al petróleo como indicador de la salud de la economía. Pero Lacalle insiste en que creer que el crudo es un termómetro económico es una trampa. No hay más que echar la vista atrás a 2008, dice, año en el que empezó la crisis económica y año en el que el crudo estaba por las nubes.



Eso sí, la situación actual podría ser determinante para la demanda del crudo según la Agencia Internacional de la Energía. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China podrían provocar que se consuma menos petróleo por la incertidumbre. Y en ese contexto, dicen que la oferta podría empezar a crecer a un ritmo más acelerado.