La creciente tensión geopolítica entre Irán y Estados Unidos hace temblar al mercado y cada vez que se producen noticias negativas, los inversores acuden a comprar oro. El precio del activo refugio por excelencia ha alcanzado máximos de siete años al inicio del 2020. El pasado 8 de enero incluso, llegó a superar los 1.600 dólares la onza.
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El factor geopolítico
Si bien su precio ya no se mantiene a tales niveles, debido a las recientes declaraciones de Donald Trump en las que ha optado por imponer sanciones económicas en lugar de responder con misiles, el conflicto geopolítico no es el único factor de riesgo que hará que el precio del metal se mantenga al alza durante este año. Además, estas tensiones podrían incrementarse.
Tensiones comerciales
Pero tampoco nos podemos olvidar de la guerra comercial entre China y Estados Unidos con negociaciones que van a seguir durante 2020. Este es uno de los mayores focos de riesgo para la economía global y ya sabemos, que cuando reina la incertidumbre, la demanda del oro no hace más que subir.
Al momento nos encontramos en un momento de estabilidad a la espera de que ambas potencias firmen la “fase uno” del acuerdo comercial el próximo 15 de enero. Sin embargo, en caso que las negociaciones se interrumpan o fracasen, el riesgo de una recesión sería aún mayor aseguran los analistas.
Además, este año también tendremos elecciones presidenciales en Estados Unidos y la incertidumbre respecto al resultado electoral, debería preparar el camino para que el oro brille durante 2020.
Otro factor de inestabilidad es la posibilidad de que se produzca una ralentización del crecimiento económico global. Si bien esta posibilidad es menor que a mediados de 2019, este escenario no se descarta entre los analistas.
Por todos estos puntos es que se espera que el activo refugio tenga un gran año 2020, tal como lo ha tenido en 2019.
