Hasta hace unos años el coche eléctrico era cosa del futuro, pero ya es una realidad. Las baterías de litio ya han empezado a conquistar el mercado. Así que ahora la pregunta es cuál será el siguiente avance. Parece que los fabricantes bocetan ya este horizonte incierto. Muchos lo tienen claro: el Hidrógeno será el combustible del futuro. Otros, como Tesla, se muestran contrarios a esta tecnología. Pero, ¿cuando podría llegar?

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¿Hidrógeno o baterías para el coche del futuro? Tesla lo tiene claro

Todo apunta a que el papel del hidrógeno en el futuro será muy importante. Tanto que en 2050 prevé la UE que el hidrógeno conforme un 14% de la combinación de fuentes de energía. El sector del automóvil será el que más trastocará. A pesar de ello, los fabricantes están afrontando este reto de forma muy dispar. Estamos ante un horizonte bastante incierto y enfrente de un cambio que sería tremendamente disruptivo para el sector.

Toyota fue pionera en esta tecnología. En 2018 lanzó su modelo Mirai, el primero propulsado por hidrógeno y que, por cierto, no comercializa en España. Otro ejemplo es BMW, que ya ha presentado su motor de hidrógeno.

Distinto el caso de Mercedes, que decidió abandonar la carrera por su primer coche. Otros, en cambio, están en pleno boom por el desarrollo. Es el caso de Nikola, que podría lanzar el primer camión propulsado por hidrógeno en solo unos años...

Elon Musk carga contra el Hidrógeno

A pesar de ser una tecnología menos contaminante, que ofrece mayor autonomía y que también pesa menos en los vehículos que las baterías eléctricas, la posición de Elon Musk es radical: un no rotundo al hidrógeno. En Twitter, de hecho, ha llegado a llamar “asombrosamente tonto” a promotores de hidrógeno como Nikola.

Musk se basa un argumento de bastante peso: el balance energético del Hidrógeno es casi negativo. Eso es, se necesita casi más energía para obtener hidrógeno líquido que la que luego éste puede proporcionar.

Y parece que su argumento convence, en parte, al mercado. No hay que olvidarlo: Tesla se ha revalorizado un más de un 700% (721%) en un año. Así que a pesar de su obsesión solo por los eléctricos, la postura Tesla sigue teniendo mucho tirón. La compañía es cauta frente a este reto tecnológico y económico que nadie sabe si logrará superar.

Los expertos vaticinan que el hidrógeno tendrá presencia importante en las carreteras ya cuando los eléctricos estén consolidados. En términos contables, no se espera que tengan impacto en las cuentas de fabricantes hasta 2023. Habrá que esperar entonces para ver cómo reacciona el mercado ante estos cambios y también habrá que esperar para ver las ‘gasolineras de hidrógeno’ en las carreteras.

Ventajas e inconvenientes

Esta tecnología tiene bastantes puntos fuertes, pero todavía inconvenientes. Para empezar, la autonomía es bastante mayor para el hidrógeno: unos 700 km por reportaje completo. Sin embargo, una carga eléctrica, en la que además se necesita mucho más tiempo, proporciona una autonomía de unos 320-400 km.

En el repostaje está parte del problema. Para que el hidrógeno se consolide debería existir una amplia red de gasolineras de hidrógeno (las hidrogeneras). Pero eso implica una fuerte inversión, porque hay que transportar el elemento líquido, almacenarlo, y conservarlo bajo niveles de presión bastante exigentes. A pesar de ello hay unas 150 en toda Europa y solo 6 están en España.