El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presenta hoy el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. El Plan Integrado de Energía y Clima contempla la salida de la energía nuclear del sistema eléctrico español entre 2025 y 2035, y que, al final de la década, más del 70% de la generación sea renovable. El objetivo es que España haya reducido en 2030 un 20 % sus emisiones con respecto a 1990.

El Ejecutivo prevé aumentar la generación eléctrica mediante renovables al 74% en 2030 frente al 40% actual. Al mismo tiempo, prevé reducir la dependencia energética en diez años al 59% desde el 74% actual.

Pedro Sánchez prevé inversiones públicas de 47.000 millones de euros para el Plan a 2030 y estudia la emisión de bonos verdes para financiar parte de ellas.

ANÁLISIS: "Podría ser más ambicioso"


Es un plan más ambicioso que el del Gobierno de Mariano Rajoy, pero podría ser más ambicioso, según la Asociación Española de la Industria Solar Termoeléctrica. El secretario general de Protermosolar, Luis Crespo, explica que al utilizar otras energías renovables sumadas a las tradicionales, como la fotovoltaica o la hidroeléctrica, sería posible que para 2030 tuviéramos incluso un 85% de generación renovable y a un coste accesible, como la termosolar o la biomasa.



Conforme aumente el peso de las renovables en el mix energético se abaratará más el coste, porque al coste energético hay que sumar las penalizaciones a los modelos energéticos que emitan más CO2.

Crespo también apuesta por desmitificar la idea de que las renovables nunca podrán cubrir del todo la demanda porque dependen de que haya viento o sol. Aunque aún tendremos que utilizar energías como la nuclear durante unos años, es posible la sustitución completa con una buena planificación.

"Son necesarios unos 16 GW de ciclos combinados que den respaldo en esos pocos días que ni hay sol ni viento ni agua, pero una cosa es que el gas represente un 3% de la generación eléctrica y otra que represente un 15%. Hay que saber presentar alternativas con energías gestionables como biomasa o termosolar o una gestión mas orientada de la hidráulica con menos emisiones, con datos de la demanda o con la aportación de las interconexiones", explica Crespo.

El Gobierno prevé que entre 2020 y 2030 se movilicen inversiones por valor de 200.000 millones de euros, de los que entre el 40 % y el 45 % será para energías renovables, entre un 30 % y un 35 % para eficiencia energética, un 15 % para redes y un 4 % para electrificación de usos finales. El experto asegura que la clave para que las inversiones lleguen y participe el sector privado son las subastas de reposición y nueva capacidad instalada.