En Alemania entran en la recta final de las negociaciones para la gran coalición. Se reúnen este lunes a las 10 de la mañana.
Tanto la canciller, Angela Merkel, como el líder Socialdemócrata, Martin Schulz, se han comprometido intentar superar las últimas discrepancias este lunes, pese a que el calendario decía que tenían que haber terminado ayer.

Más de cuatro meses después de las elecciones que dejaron a la principal economía de Europa sin mayoría parlamentaria, los conservadores para convencer a los socialdemócratas del SPD de gobernar con ellos, como lo hicieron en la última legislatura.

Schulz se muestra optimista para llegar a un acuerdo: "Nos acercamos a la ronda final de las conversaciones de la coalición. Me gustaría decirles que será el último día de conversaciones de la coalición, pero solo veremos a lo largo del día si ese es el caso. Hemos estado de acuerdo en muchas cosas en los últimos tres días, nos hemos acercado especialmente en cuestiones sociales, pero todavía hay algunos problemas abiertos que discutir".

Entre los puntos consensuados a lo largo de la semana destaca el acuerdo para la estabilidad de las pensiones, mejoras para la atención a la dependencia, e inversiones de hasta 11.000 millones de euros en educación, lo que exigirá una reforma de la Constitución para permitir que el Estado central facilite financiación a los "Länder".

Schulz confirmó la falta de acuerdo para lograr tres objetivos clave: acabar con los contratos temporales injustificados, garantizar la igualdad de trato en los seguros sanitarios y mejorar la política de vivienda. Al final en este punto han acordado medidas para frenar la subida de los alquileres, ayudas para familias con hijos y 2.000 millones de euros públicos para la construcción de viviendas.

Una vez cerrado el acuerdo global, Schulz y la dirección del SPD iniciarán una campaña interna para presentarlo a sus militantes, convocados a una consulta vinculante que deberá dar la luz verde definitiva a una nueva gran coalición.

Las juventudes del partido y sectores de su ala izquierda mantienen su rechazo a un nuevo pacto con Merkel, tras los malos resultados históricos alcanzados en las elecciones de septiembre.