La economía británica se ha contraído inesperadamente por primera vez desde el 2012 en el segundo trimestre, lastrada por un descenso de las manufacturas coincidiendo con la preparación del primer ministro Boris Johnson de la salida del país de la Unión Europea sin un acuerdo de divorcio.

Tras haber crecido un 0,5% en el primer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) se ha reducido un 0,2% en los tres meses a junio, siendo la señal económica más alarmante desde el referéndum del Bréxit en 2016 y quedando por debajo de las expectativas de economistas en un sondeo de Reuters.

El crecimiento económico anual se desaceleró al 1,2% desde 1,8% en el primer trimestre, de acuerdo a la Oficina Británica de Estadísticas, su ritmo más débil desde comienzos del 2018. La expansión interanual sólo en junio fue la menor desde agosto de 2013, a un ritmo de 1%.

“La economía se está estancando”, dijo Mike Jakeman, economista senior de PwC, y añadió que la crisis del Brexit y el incierto panorama global han dejado a la actividad británica “pendiendo de un hilo” de cara al tercer trimestre.

Tras asumir la jefatura del Gobierno el mes pasado, Johnson remarcó el conflicto con la UE al prometer negociar un nuevo acuerdo de divorcio y amenazar con concretar el Brexit para el 31 de octubre sin un pacto, si el bloque se niega a conceder nuevos términos.

Pero estas malas vibraciones en la economía se suman a los efectos de la batalla comercial entre Estados Unidos y China, que han generado temores a una nueva crisis global.

“Este es un periodo de desafíos para la economía mundial y el crecimiento se está ralentizando en muchos países”, dijo el ministro de Finanzas, Sajid Javid. “Pero los fundamentos de la economía británica son firmes, los salarios están creciendo y la tasa de empleo está en máximos históricos”.

Muchos inversores advierten que un Brexit caótico puede contagiar a toda la economía mundial, empujará a Reino Unido a una recesión, agitará los mercados y debilitará la posición de Londres como un centro financiero internacional.

POSIBLES ELECCIONES

La noticia de la caída del PIB coincide con la posibilidad de que Boris Johnson convoque unas elecciones para evitar perder el poder tras la moción de censura que han llevado a cabo contra él.

Dominic Cummings, cabeza de campaña a favor del Brexit en el referéndum de 2016 y ahora mano derecha de Johnson, se ha encargado de sugerir que el Gobierno baraja esa maniobra para sobrevivir, al menos, hasta el 31 de octubre.

El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, en cambio, ha escrito al más alto funcionario de la administración británica para que impida un movimiento que considera un “abuso de poder antidemocrático”.