El gobierno de Japón ha aprobado este viernes un proyecto de ley para permitir la contratación de más trabajadores extranjeros en sus industrias, ante la acuciante escasez de mano de obra nacional. Esta misma semana, las cifras oficiales mostraban que había 164 puestos de trabajo disponibles por cada 100 personas demandando empleo. La tasa de paro está en un mínimo del 2,3%.

La decisión supone un giro importante en un país que limita fuertemente el trabajo de ciudadanos de otros países, al mismo tiempo que la inmigración. De hecho, el debate ha sido una especie de tabú parlamentario durante los últimos años. Sin embargo, el envejecimiento de la población, unido a la escasez de personas disponibles para trabajar, obliga a afrontar estos cambios en la política tradicional.

Aunque el Partido Demócrata Liberal que lidera el primer ministro, Shinzo Abe, ha sido muy receloso con esta idea, es muy probable que el parlamento acabe adoptando esta mayor apertura. Las empresas están exigiendo reformas laborales al gobierno, ante las dificultades para encontrar profesionales cualificados dentro del país.

POSIBLES CAMBIOS

Según fuentes parlamentarias, la ley podría revisarse e incluir dos nuevas categorías de visados para extranjeros en sectores con patente escasez de trabajadores. Entre ellos, agricultura, hostelería y sanidad, con particular objetivo en la atención a los mayores. Estos pertenecerían a una primera categoría, en la que se exige un cierto nivel de cualificación y dominio del idioma japonés. Se les permitiría una estancia de 5 años, pero no llevarse a la familia.

Varios medios japoneses apuntan a que el permiso podría permitir la entrada de 500.000 trabajadores, lo que supondría un 40% más de los 1.28 millones de extranjeros actuales. Suponen el 2% de la fuerza laboral japonesa.

En una segunda categoría, dirigida a trabajadores muy cualificados, se les permitiría traer la familia y hasta obtener la residencia con cierto tiempo. Las empresas están recurriendo a una argucia para resolver hasta hoy estas limitaciones. Contratan a estudiantes extranjeros a tiempo parcial, como "aprendices técnicos", pero se enfrentan a algunas acusaciones de abuso.