Ha llegado el momento: hay que decir ‘adiós’ a los bonos y saludar al oro. En un entorno de tipos de interés bajos que, según los expertos, nos acompañarán durante mucho tiempo, y con unas bolsas tocando y superando máximos históricos, el oro podría empezar a ser la niña bonita de los inversores, según un informe del Consejo Mundial del Oro.

Oro vs. bonos en un entorno de tipos bajos

El entorno actual es cuanto menos anómalo. Tenemos los tipos de interés en niveles muy bajos desde los últimos años, con Estados Unidos todavía bajándolos más y con el Banco Central Europeo sin previsiones de subirlos en mucho tiempo.

Si ahora quisiéramos invertir en, por ejemplo, un depósito, la rentabilidad sería más o menos de entre el 0 y el 1%. Algo ganaremos, pero es que si lo invertimos en un bono probablemente vayamos a perder dinero.

Un escalofriante 82% de la deuda soberana de los mercados desarrollados está cotizando en tipos reales negativos y cada vez las rentabilidades caen más y más. Esto quiere decir que, si hoy compramos un bono y lo queremos vender en 2 meses y la rentabilidad ha ido seguido cayendo, estaremos perdiendo dinero.

Pero, ojo, porque con los tipos negativos el oro se recrea. Desde 1971, los años en los que los tipos en Estados Unidos han estado entre el 0 y el 2,5% el oro se ha revalorizado un 15,3% de media.

El oro 'saca tajada' de los bonos en negativo

Además, en épocas de rentabilidades negativas en los bonos el oro ha salido reforzado. Desde 2016, el oro ha tendido a subir a medida que aumentaba la cantidad de dinero invertido en bonos en negativo.

Ya saben que los bonos se suelen usar como elemento para descorrelacionarnos de las bolsas, para mantener el valor de una inversión a muy largo plazo, para batir la inflación… pero los tornos están cambiando y ha llegado el momento de que el oro brille tanto que le haga sombra a los centenarios bonos soberanos.