Seis fabricantes de automóviles -Volvo Cars, Ford, General Motors, Daimler, Jaguar Land Rover y BYD Auto- han firmado recientemente la declaración sobre vehículos con cero emisiones para 2035. Esta rúbrica se encuentra en sintonía con el compromiso adquirido para prohibir la venta de los vehículos de combustibles fósiles en 2040.

Para conocer cómo afecta esta decisión a la industria automovilística y cuál es la opinión de la misma, se ha acercado esta mañana a los micrófonos de Capital Radio José María López, vicepresidente de la Asociación Española de Profesionales de la Automoción (ASEPA) y director del Instituto de Investigación del Automóvil (INSIA-UPM).

Entrevista con José María López

José María López, vicepresidente de Asepa (Asociación Española de Profesionales de la Automoción) y director del INSIA-UPM (Instituto de Investigación del Automóvil), reflexiona sobre el futuro del sector tras el compromiso de erradicar la combustión fósil.

López apela a una mayor unidad por parte de los fabricantes europeos porque sus límites a las emisiones de C02 son muy dispares entre sí y en comparación con grandes potencias como China y Estados Unidos. "En Europa es de 95 gramos por kilómetro, pero fuera de Europa este límite es más alto y cuentan con una situación más cómoda".

La eliminación de los combustibles fósiles en los vehículos supone una medida demasiado "agresiva" en el contexto actual, según López, porque la tecnología del vehículo eléctrico "no termina de cuajar en el consumidor". Asegura que no se puede condicionar la compra de vehículos sin garantizar unas infraestructuras mínimas, que actualmente son "inexistentes o no suficientes" para garantizar la movilidad.

¿Puede la red eléctrica soportar la carga de los vehículos?

López indica que los automóviles eléctricos van a producir una "distribución de la energía eléctrica". Piensa que, si todo el parque automovilístico termina siendo eléctrico, va a ser necesaria la instalación de una infraestructura de alta potencia ("se está hablando de hasta 300 KW) en las carreteras europeas.

"Habrá que analizar si la simultaneidad de carga puede ser soportada por la red y si está preparada", sostiene López, con especial hincapié en el requerimiento de carga durante la jornada diurna y no solo durante la noche como se apunta actualmente.

Además, los vehículos eléctricos cuentan con baterías de litio, cuya fabricación está muy concentrada en el mercado chino. "No hay por el momento una tecnología alternativa", afirma López, lo que llevaría a una gran dependencia de los mercados asiáticos.