La economía estadounidense pierde velocidad y crece a un 2,1% en el segundo trimestre después de haber crecido un 3,1% en los primeros tres meses de 2019. Es el ritmo más lento para un segundo trimestre en los últimos dos años.

La primera estimación del crecimiento de la economía estadounidense para el período entre los meses de abril y junio es ligeramente mejor de lo esperado ya que el mercado estimaba que el crecimiento estaría entre el 1,8% y el 2%.

Si profundizamos en la cifra, vemos cómo los estadounidenses han gastado mucho más que en el primer trimestro del año, donde todavía se estaban recuperando de la temporada de compras navideñas, y del cierre parcial del gobierno. El gasto de los consumidores ha subido un 4,3% desde el 1,1% del primer trimestre.

Para las empresas la situación es totalmente la contraria. La inversión en activos fijos ha caído un 0,8%, el peor descenso de los últimos tres años y medio, por el miedo a los efectos de una guerra comercial entre la administración Trump y China y por la situación general de la economía mundial que también se ha deteriorado con la guerra comercial.

Este dato del PIB del segundo trimestre es la última pieza del gran puzle que es la economía estadounidense y que podría ser determinante para la Reserva Federal a la hora de decidir si bajar los tipos de interés el 31 de julio, tal y como espera el mercado. A pesar de haber superado estimaciones, la cifra se queda significativamente por debajo del ritmo de crecimiento del primer trimestre de 2019.