Estados Unidos es el país más competitivo del mundo, según el informe que elabora el Foro Económico Mundial. Su economía se presenta como “el ideal de la competitividad”, seguido de Singapur, Alemania, Suiza y Japón.

El informe advierte de un panorama radicalmente alterado por el impacto de la Cuarta Revolución Industrial y prevé una nueva brecha global entre los países que entienden las transformaciones innovadoras y los que no. De hecho, se muestra preocupado por la debilidad generalizada en el dominio del proceso de innovación. De los 140 países analizados, 103 puntúan por debajo de 50 en esta área que está liderada por Alemania, seguida de EEUU y Suiza.

El catedrático de economía de Cunef y director de Estudios Financieros de Funcas, Santiago Carbó, explica en Capital Radio que ser el país más competitivo del mundo requiere de una estructura "business friendly", de actividad industrial y servicios "potente", vocación exportadora y un "uso muy intensivo de la tecnología".



El informe comprende unos cien elementos de análisis organizados en cuatro grandes categorías: entorno propicio para la competitividad, capital humano, mercados y ecosistema de innovación. A nivel mundial, la puntuación media es de 60. Entre los Estados Unidos (85.6, 1º) y Chad (35,5, 140º) existe una amplia gama en todas las regiones y países.

España cae un puesto en el ranking y se coloca en el puesto 26. Según el informe, la estabilidad económica, el capital humano y la infraestructura constituyen las principales fortalezas para medir la competitividad en España. En capital humano, consigue 100 puntos en el indicador de salud de su población pero sólo 71 cuanto se trata de educación y competencia. En infraestructuras obtiene 89 puntos y estabilidad macro un 90. Sus puntos más débiles están en el mercado interno y el mercado laboral.

De los BRICS, los grandes mercados emergentes, China es la más competitiva, ocupando el puesto 28 y con una puntuación de 72.6. Le sigue Rusia, en el puesto 43. Estos son los dos únicos en el top 50.

El reforzamiento de las instituciones es una condición para que Latinoamérica avance en la senda de la competitividad, según este informe presentado por el Foro Económico Mundial. El funcionamiento de las instituciones es considerado un elemento que puede o no propiciar la competitividad, y en ese capítulo la escala promedio de la región latinoamericana es aproximadamente la misma que la de África subsahariana.