El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho que van a volver a las conversaciones comerciales con China esta tarde “a un nivel diferente”, aunque no se ha especificado de qué se trata ese nivel.

Trump dijo el lunes que China expresó vía telefónica su deseo de un acuerdo y que las dos partes volverían a la mesa de negociaciones. Sin embargo, China dijo repetidamente que no tiene conocimiento de las llamadas que mencionó Trump.

China apuesta por el diálogo mientras EEUU prepara una nueva subida al 15% de los aranceles

Por otro lado, el Gobierno de China ha declarado que se opone “decididamente a una escalada de la guerra comercial con Estados Unidos” y quiere resolver las diferencias entre ambos países a través del diálogo en lugar de nuevas represalias como respuesta al endurecimiento de las medidas proteccionistas que EEUU implantará a partir del domingo.

El portavoz del Ministerio de Comercio de China, Gao Feng, ha señalado que una escalada de la guerra comercial no es buena para China, ni para Estados Unidos, ni para los intereses globales “e incluso puede tener consecuencias desastrosas para el mundo”.

Gao Feng también confirma que “los equipos económicos y comerciales de ambas partes siempre han mantenido una comunicación efectiva” y que lo más importante es “crear la condiciones necesarias para que continúen las consultas”.

La guerra comercial alcanzó el pasado viernes nuevas cotas de tensión, después de que China anunciase la imposición de aranceles adicionales de entre el 5 y el 10% sobre 5078 productos procedentes de EEUU por un valor de 75.000 millones de dólares. Estos aranceles se impondrían a partir del 1 de septiembre y en respuesta a las últimas medidas proteccionistas anunciadas desde Washington.

A su vez, Donald Trump respondía a través de su perfil de Twitter que “los 300.000 millones de dólares restantes de bienes y productos procedentes de China sujetos a aranceles del 10% tributarán al 15%”. La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos ha realizado ya los trámites para imponer desde el 1 de septiembre estos aranceles del 15%.

Sistema de Crédito Social Corporativo

Las empresas internacionales con presencia en el país asiático han expresado preocupación por el Sistema de Crédito Social Corporativo con el que Pekín pretende controlar mediante la asignación de puntos positivos y negativos el acceso de estas compañías al gigantesco mercado chino.

Sin embargo, Gao Feng ha salido al paso y ha asegurado que “todos los actores serán tratados por igual” y que se protegerán los secretos comerciales y los derechos de propiedad intelectual de las compañías.

Según el presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, Jörg Wuttke, el nuevo sistema cubre prácticamente todos los aspectos del negocio de una empresa en China pudiendo ser calificada en función de unos 300 requisitos.

Los participantes que infrinjan dichos requisitos recibirán calificaciones negativas y podrán ser incluidos en una “lista negra”. Por tanto, cuantas más puntuaciones negativas, más restricciones experimentará tales como multas, tasas de inspección más altas, auditorías específicas, etc.