El Banco Mundial ha elevado al 4,4% su previsión de crecimiento en Latinoamérica, la economía que se ha visto más afectada por la pandemia. De las perspectivas de futuro de esta región hemos hablado aquí, en Capital Radio, con Susanne Gratius, investigadora asociada del CIDOC y profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid. La experta analiza cuáles son las oportunidades de crecimiento de Latinoamérica.

Entrevista Capital sobre Latinoamérica

Susanne Gratius, Profesora de Relaciones Internacionales de la UAM e investigadora asociada del CIDOB.

Tras la caída del 6,7% del pasado año, Latinoamérica vivirá un repunte económico. De este modo, el organismo mejora levemente sus últimas previsiones, en las que pronosticaba una expansión del Producto Interior Bruto (PIB) regional del 4% para 2021.

A la experta le llama especialmente la atención el caso de Chile, que es el país que más ha reducido la pobreza.

También son destacables las previsiones del Banco Mundial para Panamá y Perú, que son los países que experimentarán un mayor crecimiento económico, del 9,9 % y 8,1 %, respectivamente.

Los problemas sociales de América Latina y el Caribe

Sin embargo, los problemas sociales sí que siguen afectando a la región en su conjunto. La COVID-19 ha aumentado los problemas educativos en la región y, además, también ha incrementado la tasa de desempleo, sobre todo en el caso de las mujeres.

Estos problemas hacen que los flujos migratorios continúen siendo muy importantes. La experta los califica como “movimientos muy desiguales” que afectan principalmente a Venezuela, debido a la crisis que sufre desde hace casi una década y a Centroamérica, donde hay estados frágiles que sufren la violencia de las pandillas juveniles.

Potencial de crecimiento

Sin embargo, Susanne Gratius destaca las oportunidades de crecimiento de Latinoamérica, que cuenta “con las energías más limpias del mundo” y un gran potencial en digitalización.

El informe del Banco Mundial también concluye que la recuperación de los precios de las materias primas y el repunte de las remesas enviadas por los inmigrantes, supondrán un importante soporte económico en Centroamérica y el Caribe.