La reimposición de sanciones a Irán por parte de Estados Unidos ha devuelto al país a una economía de resistencia o de autarquía, según el último informe de Crédito y Caución. Se estima que la economía iraní se ha contraído un 4,9% en 2018 y continuará en un descenso del 6,5%.

La compañía analiza que la capacidad de pago de Irán no está comprometida, pero los riesgos políticos, como posibles sanciones de la Unión Europea por violaciones del acuerdo nuclear, son elevados.

“La situación internacional es tan incierta que hay una alta probabilidad de que UE termine alineándose con EEUU”, analiza Pavel Gómez del Castillo, responsable de comunicación de Crédito y Caución.

El informe señala que a raíz de la economía de resistencia, Irán ha limitado la importación y entraña una mayor dependencia de la producción nacional. Además, preservará la salida de divisas.

“Las sanciones están teniendo efectos muy importantes en la inflación que ahora supone al 50% cuando en el anterior periodo de sanciones (2012-2015) no llegó a superar el 45%”, explica Gómez del Castillo.

Las exportaciones de petróleo de Irán han pasado de más de 2,5 millones de barriles por día en 2018 a no más de 400.000 en julio, por debajo de los 1,1 millones en el anterior período, señala Crédito y Caución.

Según el informe, las posibles sanciones de la UE podrían suponer a los exportadores europeos de bienes de capital pérdidas por encima de los 3.000 millones de dólares y advierte que los canales de pago a Irán podrían reducirse en el futuro.

“Las empresas que estén operando con Irán, no está comprometido el pago pero hay riesgos muy importantes”, advierte el responsable de comunicación de la firma.

También se ha ralentizado la exportación de otros productos (35%) no petroleros a pesar de tener como destino principal a países que no están de acuerdo con las sanciones como Turquía, China, India o Irak.