Se considera el cerebro del mundo, pero sólo unos pocos tienen acceso a su conocimiento. Así es el Club Bilderberg, un grupo selecto que todos los años reúne a las personas más influyentes del mundo. Sabemos de qué van a hablar, pero nunca conoceremos las conclusiones del encuentro, porque todo lo que se habla en él permanece en el más estricto secreto. Ahora bien, ¿estamos asistiendo a su declive?



Bilderberg es conocido por manejar los hilos del mundo y elegir a los líderes mundiales. Esta creencia llega hasta el punto de que ningún presidente de EEUU había salido elegido sin pasar antes por una de las reuniones del club. Pero Donald Trump ha cambiado esa norma y se ha convertido en el primer líder de EEUU que no asiste a uno de sus encuentros.

En el caso de España, muchos de los representantes que han acudido a estas reuniones no han acabado muy bien parados. Nombres como Rodrigo Rato, Jordi Puyol, Esperanza Aguirre o Juan Carlos I son la prueba de que Bilderberg hoy en día ya no es una garantía de éxito. O puede que sólo sean la excepción que confirma la regla. Incluso Pedro Sánchez probó las mieles del club y ha tenido que afrontar una crisis en su partido tras perder las elecciones generales. Otra prueba de que Bilderberg ha perdido su toque en la elección de mandatarios.

Este año le llega el turno a Albert Rivera, el debutante español del encuentro. A él le acompañarán Luis de Guindos, Ana Patricia Botín y Juan Luis Cebrián, uno de los veteranos de Bilderberg.

La Administración de Trump, el auge del populismo, la dirección de la Unión Europea, la ralentización de la globalización, la guerra de la información, Rusia, Oriente Próximo y China son algunos de los temas que se someterán a debate a lo largo de estos cuatro días. Eso sí, nada de lo que se hable se someterá a votación y no quedará ningún tipo de registro grabado y la presencia de medios de comunicación se limita a mero título personal.