Alemania sitúa su tasa de inflación interanual en agosto en el 1,4%, tres décimas por debajo que el mes anterior y alienta la intervención del BCE.

El precio de la energía se ha encarecido un 0,6% en agosto, muy por debajo del alza del 2,4% registrado en julio, mientras que los alimentos han subido un 2,7%, tras encarecerse un 2,1% el mes anterior. Por su parte, la subida de precios de los servicios ha sido del 1,6%, una décima más que el mes anterior.

Además, la tasa de inflación armonizada de Alemania, que sirve de referencia para Eurostat, se ha moderado en agosto al 1% desde el 1,1% de julio, lo que deja el camino expedito a una intervención del Banco Central Europeo, que en su próxima reunión de septiembre podría anunciar un nuevo paquete de estímulos.

El analista de ING Alemania, Carsten Brzeski, ha apuntado que el BCE no va a “esperar a que la economía de la zona euro vuelva a verse atrapada en una posible espiral deflacionista, sino que realizará un ataque preventivo”.

En ING Alemania anticipan que este nuevo paquete de estímulos incluirá un recorte de 20 puntos básicos de la tasa de depósito, un mecanismo por tramos para mitigar el impacto de los tipos negativos en la banca y la reactivación del programa de comprar de activos a un ritmo de 30.000 millones de euros al mes.