El coche eléctrico podría conducir a su propia tumba a muchos fabricantes de vehículos.

Y es que la adopción masiva de coches eléctricos podría desplazar muchos negocios y puestos de trabajo desde Europa a países más especializados en la producción de componentes eléctricos como China. A ello hay que sumarle el hecho de que componentes como las baterías eléctricas necesitan menos mano de obra en su fabricación. Y todo esto afectaría a 112.000 empleos entre los proveedores europeos.

Uno de los principales afectados será Alemania, donde la industria de la automoción representa un 14% de su PIB. Se trata de su mayor sector: el año pasado facturó más de 404.000 millones de euros, alrededor del 20% del total de ingresos de la industria alemana, según la VDA, la Asociación Alemana de la Industria de la Automoción. Más de 800.000 empleos dependen de esta industria alemana, aunque según el IFO la eliminación de motores de combustión en 2030 podría costarle hasta 600.000 puestos de trabajo.

Los trabajos alemanes recibirán el impacto desde otro frente: y es que los modelos eléctricos perjudicarán los márgenes de muchos fabricantes, ya que serán menos rentables que las alternativas convencionales. Esto forzará a muchos grupos a buscar ahorros en otros lugares mediante la subcontratación de más componentes de fabricación.

Daimler es uno de esos grupos: pretende ahorrar 4.000 millones de euros para 2025 con el objetivo de financiar el coste de sus coches eléctricos. Por su parte, Volkswagen ha anunciado que busca nuevos contratos de proveedores globales para obtener 50.000 millones de euros de contenido para coches eléctricos como baterías, que todavía no se fabrican de forma competitiva en Europa.

Lo del motor de combustión es la crónica de una muerte anunciada. La cuestión no es si se va a hacer, sino cuándo se va a hacer. Muchos países ya están concienciados con desterrar los coches de combustibles fósiles, como es el caso de Francia y Gran Bretaña, que han prometido su abolición definitiva para el año 2040. Fabricantes como Daimler, Volkswagen y el grupo PSA ya han ofrecido detalles sobre sus programas eléctricos para dar respuesta a los deseos de muchos gobiernos.