Se acaba de entregar el mayor premio de la historia de la televisión en España. "Los Lobos" han conseguido, entre lo que tenían ya acumulado y el bote final, 6,7 millones de euros. Tanta expectación ha generado este hito histórico que Atresmedia decidió cambiar su programación habitual para emitir en prime time "Boom" para rentabilizar la ocasión al máximo.

Uno de los concursantes ha criticado la cantidad que van a tener que pagar a Hacienda, que variará según la comunidad de residencia de cada uno. ¿Cuánto va a parar a las arcas del Estado?

Los ganadores de premios económicos en concursos televisivos ven como la cadena televisiva aplica una retención del 19%, según lo fijado por la Agencia Tributaria para los premios en metálico. Después hay que añadir también lo que tiene que pagar el concursante al año siguiente, cuando haga su declaración, según las tablas del IRPF para la Renta General. En total, Hacienda va a ingresar más de 3 millones de euros.

Por ejemplo, a un concursante de uno de estos programas que dan premios millonarios, que el pasado 22 de enero ganó un premio de 1.542.000 euros, se le aplicó esa retención previa del 19%, cerca de 293.000 euros, como pago anticipado a la declaración de la renta de 2019. Después, el concursante tiene pendiente de pago 435.000 euros, con lo que sumará 728.000 euros. Por tanto, lo que le queda libre de impuestos son 814.000 euros. Esta reforma, para retener previamente ese 19%, se hizo en el año 2013, para evitar que todo el susto fiscal llegase de golpe al año siguiente, cuando a los concursantes les tocase declarar el total.

Lo que ganen se integra dentro de la base imponible general, se suman al salario y al resto de rendimientos para tributar al tipo general, en función de las tablas del IRPF, teniendo en cuenta la cuantía del premio, ya que las tablas tienen carácter progresivo, aumentando el tipo aplicable a medida que aumenta el importe de los rendimientos, en función de varios tramos. El tipo aplicable también varía en función de la Comunidad Autónoma (en la parte de cuota autonómica).

Ahora, en el caso que nos ocupa, en el que el premio lo han ganado 4 concursantes, el que reside en Guadalajara, deberá tributar un tipo efectivo del 44,4%. El que vive en Jaén, tributará el 46,6%; el que vive en Alicante, un 47,3% y el que vive en Navarra un 50,8%. Es este el que ha considerado que es “injusto” que Hacienda se lleve la mitad de lo que ganan. Hacienda ya les habrá retenido previamente ese 19%, así que tendrán que pagar la diferencia. Y se reparte, un porcentaje lo establece el estado y otro porcentaje las comunidades, por eso varía en función del lugar de residencia del ganador.

Este es el gran problema de los premios en especie. La sorpresa fiscal puede ser importante si el concursante no ha tenido esto en cuenta, porque para Hacienda es como si hubieses recibido ese dinero en metálico, se trata de un ingreso más. La solución en estos casos suele pasar por vender parte de los bienes, con el inconveniente de que al hacerlo su valor seguramente sea menor que el declarado a Hacienda. Si ganas un coche, un viaje, o incluso si te toca una cesta de Navidad tendrás que pagar el porcentaje correspondiente en función de cómo lo valora Hacienda. Pero seguramente si vendes el coche, te van a dar menos dinero que la valoración de Hacienda.

El importe mínimo por el que empiezas a pagar son 2.500 euros de premio. Caso diferente es el de los premios obtenidos en los sorteos del "Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado" (ONLAE). En este caso, en 2018 se aprobó una reforma por la cual se elevaba el importe mínimo ese año a los 10.000 euros, hasta 20.000 euros en 2019 y hasta los 40.000 en 2020.

¿Dónde van nuestros impuestos?

Las pensiones y otras prestaciones sociales, entre ellas las que se destinan al desempleo, se llevan la mayor parte de lo recaudado por el Estado y consumen el 40% del total. Sanidad se lleva más o menos el 14% de los fondos, y Educación un 10%.

Los gastos destinados a Orden Público y Seguridad, por su parte, se llevan el 5% de los impuestos, mientras que los servicios de Defensa reciben el 2% de lo recaudado. Al margen de los servicios públicos básicos, la partida de asuntos económicos, en la que se encuentran los gastos destinados a infraestructuras, agricultura, energía, emprendedores, entre otros, recibe nueve de cada 100 euros de los impuestos.