El FMI sigue lanzando alertas sobre el futuro de España. Entre sus preocupaciones recientes sobre nuestro país, está la tasa de desempleo. El paro bajará este año del 15,3% al 14,2% y en 2020 estará al mismo nivel. El problema de que la situación laboral se detenga después de haber mejorado durante seis años se debe principalmente a la excesiva temporalidad y se aconseja que se haga una reforma laboral para evitar un exceso en este tipo de rotaciones.

La otra preocupación en la economía de España es su situación fiscal. La previsión de déficit para el año 2019 era del 1,3 %, pero según los análisis del FMI, el déficit púbico en nuestro país no bajará del 2,2 % del PIB en los próximos cinco años. “Los colchones fiscales deben reconstruirse gradualmente para evitar que se vuelva a alimentar el círculo vicioso entre riesgo soberano y bancario”, avisa el Fondo, que recuerda que en los últimos dos años se han incrementado las políticas de gasto sin tener su contrapartida en el lado de los ingresos.

El consejo para que España mejore esta situación es que sanee sus cuentas públicas ya que el Fondo estima que la deuda pública bajará solamente hasta el 92,2% en 2024.

En cuanto al consumo público, este crecerá un 0,8%, dos décimas menos que el año pasado y la economía en otros ámbitos como la demanda doméstica disminuirá en un 2,1 %. La caída en la previsión de crecimiento también se debe a estos factores, ya que en un país dedicado al sector servicios, un descenso en el consumo repercute especialmente.

España no se salvaba además de las malas previsiones del Fondo Monetario Internacional para Europa. El FMI estima que la situación anual de crecimiento del país será del 2,1%, una décima menos de lo que prevé el Gobierno, y para el próximo año esta previsión no va mejorar, y será de un 1,9%.