La primera ministra británica, Theresa May, defiende el acuerdo preliminar del "brexit" a pesar de las fuertes críticas de su propio partido y de las dimisiones en su Gobierno.

Además medios del Reino Unido aseguran que esas dimisiones aumentarán a medida que se acerque la cumbre del próximo día 25. May advierte de que si el Reino Unido rechaza el principio de acuerdo se enfrenta a consecuencias desconocidas, aun así no critica a los que han dimitido.

La principal crítica es el plan para evitar una frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda. El Partido Democrático Unionista lo rechaza porque otorga un estatus diferente a Irlanda del Norte respecto al resto del Reino Unido, lo que a su juicio rompería el país y pondría en peligro la paz.
El gran problema para May es que uno de los dirigentes de su partido, Jacob Rees-Mogg, quiere promover una moción de confianza contra ella. Si logra que otros 47 parlamentarios sigan su ejemplo y envíen una carta al grupo "tory" en contra de May, se convocaría una votación para iniciar un proceso de primarias. Rees Mogg, espera tenerlo listo cuanto antes.

May admite que las negociaciones con la Unión Europea le han obligado a tomar decisiones difíciles e incómodas, pero insiste que nunca ha puesto por delante los intereses de su partido, ni los suyos personales. El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, señala que el Gobierno es un caos y anuncia el voto en contra a ese texto.

Tras anunciar el acuerdo con Bruselas para el Brexit, Theresa May se ha enfrentado a una cascada de dimisiones, dejando en una posición muy comprometida a su Gobierno.
En total serían 6 los miembros del Gobierno que han dimitido hasta ahora.


Dominic Raab, ministro del Brexit y Suella Braverman, secretaria de Estado del Brexit, coinciden en que el régimen regulatorio propuesto para Irlanda del Norte plantea una amenaza muy real para la integridad y unión de Reino Unido, al tener esta un régimen regulatorio distinto al resto del país. También defienden la idea de traición que supone para los británicos que votaron en el referéndum de 2016.

Hay que recordar que Dominic Raab, accedió al puesto tras la dimisión de David Davis el pasado julio, se ocupó del último tramo de las negociaciones con la Comisión Europea, y hasta ahora había apoyado el plan gubernamental.

Por otro lado, Shailesh Vara, secretario de Estado de Irlanda del Norte, afirma que esta decisión deja al Reino Unido a medio camino, sin límite de tiempo para cuando el país se convirtiera en Estado soberano. Junto con Esther McVey, ministra de trabajo y pensiones, ambos defienden que el Estado británico quedaría reducido a obedecer las normas hechas por otros países que han demostrado que no velan por sus intereses. Y como los anteriores que hemos nombrado antes, afirman que esta decisión no honra los resultados del referéndum del 23 de junio de 2016, en que un 52 frente a un 48% de los británicos apoyaron salir de la Unión Europea.

También ha dejado su cargo Anne-Marie Trevelyan, secretaria de Estado para la educación, quien dice haber estado luchando durante meses por brindarle a Theresa May su apoyo en el Brexit, y que finalmente le ha quedado claro que las negociaciones se han construido en el Reino Unido para apaciguar a la Union Europea. “Nos hemos dejado llevar a un acuerdo que es   inaceptable para los 17.4 millones de votantes que nos pidieron que nos alejásemos de la Union Europea.

Y la sexta dimisión del día es la de Ranil Jayawardena, subsecretario de Trabajo y Pensiones, quien, hasta ahora, estaba a las órdenes de la también dimitida McVey.