Netflix arranca su jornada en el mercado con caídas del 13%. Parece que la compañía le ha dado al botón de pausa. La plataforma de vídeo en streaming decepciona en sus resultados trimestrales, marcados por una suma de suscriptores menor de la esperada.


Netflix ha conseguido 1'68 millones de abonados nuevos, cuando en realidad se esperaban 2'5 millones. En EEUU, el mercado esperaba que Netflix superase la cifra de 500.000 suscripciones, pero la realidad se ha situado muy por detrás, con 160.000.


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El motivo de este frenazo es el miedo de los clientes a la subida de los precios. Muchos de los clientes de Netflix cancelaron su suscripción poco antes de que la plataforma aumentase sus cuotas. Hasta hace poco, los suscriptores veteranos de Netflix pagaban 7'99 dólares, mientras que los nueves pagaban 9'99. La compañía ha mantenido esa diferencia de precios durante dos años pero decidió ajustarla recientemente. 


Netflix ha registrado un beneficio neto de casi 41 millones de dólares, un 58% más respecto al mismo periodo del año anterior. Los ingresos en su servicio de vídeo han subido hasta los 1.970 millones de dólares, en comparación con los 1.480 millones del segundo trimestre de 2015.


El atractivo de Netflix reside en sus series originales. Por tanto, la creación de mayor o menor contenido tiene un impacto directo en la atracción de nuevos clientes. Este segundo trimestre ha estado marcado por el lanzamiento de la nueva temporada de Orange is the New Black, una de sus series estrella, pero no ha habido nuevos lanzamientos de mayor repercusión. 


Actualmente, Netflix sigue con la mirada puesta en China. El gigante asiático supondría una gran oportunidad de crecimiento para la compañía, pero el clima regulatorio del país supone todo un desafío.

Por su parte, Reed Hastings espera que los Juegos Olímpicos de Río tengan un impacto positivo en la suma de nuevos suscriptores. Netflix sigue a la caza.