La agencia de calificación Moody's asegura que la devaluación del yuan no afectará al crecimiento global. En un informe “Perspectiva Global Macro” explica que tampoco tendrá efectos en el rendimiento del gigante asiático. La agencia mantiene su previsión de crecimiento para las economías del G20 en un 2,7% para este año y de un 3% para el próximo. Para China, deja la previsión en un 6,8% en 2015 y un 6,5% en 2016. Minimiza, por tanto, las consecuencias de la devaluación del yuan, y prevé más medidas de estímulo en el país.

Moody’s alerta de que una mayor corrección en los precios de los mercados de valores y de la vivienda en China, una respuesta desordenada a la subida de tipos de la FED o una salida de Grecia del euro, son los principales riesgos para la economía mundial en los próximos dos años.

El frenazo del gigante asiático será neutralizado por la recuperación de EEUU, donde pronostica un crecimiento del 2,4% este año y 2,8% en 2016, impulsado por el empleo, los beneficios corporativos, las favorables condiciones financieras y también por la demanda acumulada.

En la zona euro, la entidad pronostica un incremento del PIB del 1,5% para este año, favorecido por la debilidad del euro y los bajos precios del crudo.

Mood’s rebaja sus perspectivas para Brasil, con una corrección del 2% este año y prevé un estancamiento en 2016 por las consecuencias de la crisis de Petrobrás. En México, calcula un crecimiento de un 2.3%, condicionado por los bajos precios del crudo.

Para el petróleo, la agencia de calificación prevé un incremento de la oferta superior a la demanda. Espera el barril de Brent en 55 dólares este año y repunte a 57 en 2016.