El Ibex 35 encadena su cuarta jornada consecutiva al alza para cotizar muy cerca de máximos anuales muy cerca de los 9.500 puntos.

El sector bancario y acerero o IAG ayudan en una jornada en la que el Ibex cierra en los 9.487 puntos con un alza del 1,33%.

A su favor cuenta con un nuevo dato favorable de la economía china y señales adicionales de progreso en las consultas comerciales entre EEUU y China.

Por lo demás, el mercado sigue pendiente del Brexit, y en concreto habrá interés en comprobar si sale adelante el intento de la primera ministra británica Theresa May de superar la parálisis en el proceso pidiendo una prórroga corta para negociar con el líder laborista Jeremy Corbyn.

De todos los valores, destaca al alza el sector siderúrgico, ante las mejores perspectivas comerciales y económicas. ArcelorMittal y Acerinox

Apenas había valores en negativo en el Ibex. Entre ellos, con un descenso del 0,38%, Enagás un valor de corte defensivo que suele aguantar mejor en las fases bajistas y por ello reacciona en ocasiones en sentido contrario en los ciclos alcistas.

Protagonistas

-Santander ha presentado su nuevo plan estratégico que concentra los esfuerzos en el ahorro de costes en sus negocios europeos, más maduros, mientras sigue sacando partido de una mayor rentabilidad en sus mercados de América Latina.

El banco aspira a lograr un ahorro anual de costes de 1.200 millones de euros como parte de sus objetivos a medio plazo establecidos en su presentación del Día del Inversor. De este importe, 1.000 millones de euros vendrían de Europa.

En Reino Unido, el tercer mercado más grande de Santander, como parte de su estrategia, se centraría en la gestión de costes y una continua disciplina de contención de riesgos, sin dar detalles específicos.

-Por otro lado, hemos vivido una nueva jornada en el juicio que investiga la salida a Bolsa de BANKIA. Allí ha declarado como testigo Francisco González, expresidente de BBVA. Asegura que los problemas de Bankia despertaban "temor" en el mercado a un contagio al sistema financiero dado su tamaño y critica que el Banco de España era el único que no quería aceptar el problema. González pensaba que podía parar la salida a Bolsa de Bankia al negarse de forma "implacable" a participar en la operación.