Las empresas que cuenta con las mejores puntuaciones ambientales y socialmente responsables despiertan cada vez un mayor interés por parte de los inversores. Pero, ¿hasta el punto de afirmar que hay burbuja en estos fondos?

Esto está provocando una mayor entrada a los fondos ISR (Inversión Socialmente Responsable) o ESG (Environmental, social and governance). A su vez, favorece que se eleven los precios de las empresas que cuentan con esas credenciales.

Los analistas empiezan ya a preguntarse si esta situación puede estar generando una burbuja, ante la elevada demanda de este tipo de inversión.

Buen gobierno, medio ambiente, responsabilidad social son expresiones que forman parte ya del vocabulario con el que lo inversores conviven y sobre el que se van informando y formando.

Poco a poco la inversión sostenible va penetrando más en las carteras de los inversores institucionales y particulares, aunque el porcentaje todavía es pequeño al menos en España.

Los expertos creen que los cambios de hábito de los inversores están favoreciendo que cada vez se destinen más recursos a estas inversiones con criterios sostenibles. Además, las nuevas generaciones son más proclives a invertir en empresas socialmente responsables.

Y ahí aparece precisamente uno de los riesgos. Luís Martín, director de Ventas de BMO Global AM, apunta a que puede darse un exceso de entrada de capital en compañías que cumplen y fomentan los criterios ISR.

Además, señala que la regulación también está presionando y exigiendo que en las carteras haya una mayor presencia en inversión sostenible. Todo esto puede ayudar a que haya más flujos de entrada que puedan crear una mini burbuja.

Luis Martín: El exceso de entrada de capital en fondos ISR puede general una burbuja

El director de ventas de BMO Global Asset Management señala que la alta demanda y la regulación puedan generar una burbuja en los fondos socialmente responsables y en la valoración de las empresas en las que invierten.

El principal riesgo: que los precios se inflen

El principal riesgo por tanto para este experto es que podamos ver un exceso de demanda y de entrada de dinero que hará que los precios de las compañías se inflen. Eso hará que sean menos atractivas desde el punto de vista de valoración, es decir, que sean más caras.

Es casi el único riesgo para este experto en estos momentos de la inversión sostenible frente a la tradicional. En su opinión, los criterios ISR ya implican una inversión de calidad que permiten diferenciar las “compañías buenas de las menos buenas”, señala.

El auge de la inversión sostenible impulsa la cotización bursátil de las empresas energéticas asociadas a las tecnologías limpias. En el caso del mercado española tenemos, por ejemplo, a Iberdrola o Acciona, que se han revalorizado más del 23% en lo que va de año.