Una mancha de aceite. Esta es la curiosa analogía que resume a la perfección los imborrables problemas que llevan atormentando a Deoleo en los últimos años: la elevada deuda y las pérdidas millonarias.

Pero este viernes el fabricante de aceites Carbonell o Koipesol decide su futuro. Como ocurre con las manchas de aceite, Deoleo va a tener que mover cielo y tierra para solucionar sus 'manchas'. Y para eso tiene un plan maestro: un plan de reestructuración de deuda.

En una junta de accionistas crucial, este viernes los accionistas de Deoleo deciden: ¿aprueban ese plan de reestructuración de deuda que harán que pierdan todo lo invertido? O, ¿tiran a la basura una compañía con manchas de aceite imborrables?

Te explicamos qué ha llevado a la compañía hasta aquí y en qué consiste este plan de restructuración con Carlos Ladero, director comercial de GPM Broker, en este podcast.

Deoleo se juega su futuro en la Junta este viernes tras el descalabro en bolsa

La historia de cómo Deoleo llegó al borde de la quiebra

Sus botellas de aceite han pasado por las casas de prácticamente todos los españoles. Las marcas de Deoleo pasan por nombres tan conocidos como Aceites Carbonell, Koipesol u Hojiblanca. Pero el éxito de sus 'retoños' nada tiene que ver con el estado de sus cuentas.

La perdición de Deoleo está en su elevada deuda. A fecha de septiembre de 2019 superaba los 575 millones de euros y en los últimos nueve años no ha bajado de los 500 millones mientras su EBITDA se ha desplomado casi un 68%.

Además, Deoleo lleva perdiendo dinero desde hace seis años. La compañía se lo achaca a la caída en los precios de su materia prima, el aceite, pero Carlos Ladero cree que la clave de todo está en "la mala gestión de la compañía".

¿Qué se aprueba este viernes?

En septiembre de 2019 el fin de Deoleo se acercaba, estaba al borde de la quiebra. Solo había una solución: un plan de reestructuración de deuda. Ese es el plan que se somete mañana al beneplácito de los accionistas.

Se trata de un plan complejo. Por un lado, tenemos la segregación del total del activo y el pasivo de Deoleo a una nueva compañía: Deoleo Holdings. Esto no es nuevo en la bolsa española. Ya lo hizo en su día Pescanova, que ahora se hace llamar Nueva Pescanova.

Y lo hace así porque va a realizar una operación acordeón. Esto significa que el todo el capital actual de la empresa, unos 280 millones de euros, se va a reducir a cero euros. Es decir, los accionistas actuales van a perderlo todo. Y ¿por qué? Porque esos 280 millones van a pasar a las manos de los acreedores.

Es decir, que los acreedores pasan a ser accionistas de la nueva empresa, Deoleo Holdings. Tendrán el 51% del capital de Deoleo Holdings. El 49% restante será para los accionistas actuales.

Otra de las medidas que se aprueba hoy es la ampliación de capital de 50 millones de euros. Esos 50 millones también servirán para saldar parte de la deuda. Por eso, en total, la deuda financiera neta de la empresa se reduciría de 575 millones a 245 millones.

Esos 245 millones restantes será considerados como deuda sostenible y permanecerá como deuda financiera a largo plazo con unos vencimientos ampliados.

¿La fórmula perfecta?

Si los accionistas de Deoleo aprueban este complejo plan de reestructuración la respuesta del experto Carlos Ladero es "SÍ": "ahora sí cuadrarían los números".

El experto se refugia en la materia prima. "Esto no es como las tecnológicos, porque el aceite tiene futuro", explica. Por eso, considera que la compañía puede ser "una buena inversión" pero "el 'management' es lo que crea muchas dudas a veces".